María Daniela en Vivo

Pues, resultado de un twittazo de "por ahí", nos enteramos que en el Cabare-Tito de la calle de Monterrey se iba a estar presentando María Daniela y su Sonido Lasser. Y casi de manera automática como que me dieron ganas de ir. Obviamente entiendo que a varios de los cuates les sucedió lo mismo, por que en un rato ya estaban twitteando que quien se apuntaba para acudir ese día a presenciar el show de María Daniela.

Pero, ¿Por qué María Daniela? ¿Quién es ella y a qué se debe su pegue?

Personalmente a mí me parece curioso que haya pegado dentro de la comunidad gay de la Ciudad de México.

Yo empecé a escuchar de María Daniela, después de enterarme que era una intérprete que trabajaba en las producciones de Emilio Acevedo. Ahora bien ¿Quién diablos es Emilio Acevedo? Bueno, en un artículo de la revista Rolling Stone México donde se tocaba el tema de los nuevos valores dentro de la escena electrónica nacional, el autor del artículo se refirió al grupo Sonido Lasser Drakkar como un proyecto retro que sonaba a Polymarchs pero con un sonido actual, comandado por Emilio Acevedo. Eso me dio mucha risa pero hizo que me interesara por el trabajo de este productor.

Tiempo después, leí en la célebre revista “La Mosca en la Pared”, una entrevista que le hacían a Emilio, donde el entrevistador criticaba, sin tener fundamentos para ello, al “sonidero” Polymarchs y al High Energy. Sin embargo, Emilio muy inteligentemente, hacía a un lado las criticas y externaba que su principal influencia para hacer la música que él hacía, era precisamente el High Energy, ritmo que afortunada o desafortunadamente, fue popularizado en México por los “sonideros” estilo Polymarchs.

Total que a partir de esas lecturas empecé a seguir las participaciones de Emilio Acevedo en los diferentes proyectos donde participaba. El primer disco de María Daniela me dejó un muy buen sabor de boca. Escuchando a detalle ese disco, me percaté del sonido “High Energy” que lo acompañaba. Verdaderamente Acevedo estaba influido por el sonido “Energy”.

Y por ese camino iban tanto el primer disco de sonido Lasser Drakkar, como el segundo disco de María Daniela. Aunque este traía una particularidad: Un cóver al grupo ochentero de las Click. “Click” fue un grupo de estudio que se integró por 3 chicas (inicialmente eran 4) en el año de 1987. Producidas por el canadiense Alan Coelho y apoyadas por la disquera Musart y el sonido Polymarchs.

Llas Click compitieron en su momento con “Girl Bands” como las Flans y Fandango. Pero su sonido era muy diferente a estas. Era High Energy. “Duri Duri (Baila Baila)”, fue compuesto supuestamente por Tony Barrera, por ese entonces DJ, nepóticamente impuesto, del Sonido Polymarchs.

Total que María Daniela de la mano de Emilio Acevedo grabó el cóver a Duri Duri, dándole a la rola un nuevo aire, evitando así que fuese aplastada por el paso del tiempo.

¿Aguanta el DJ? Me gusta pa'Miguelito. ¡Nomás que no mezcle!!!

Ya con todo ese background, la expectativas por ver a María Daniela eran interesantes. Como se trataba de cortesías que se imprimían por Internet, la fila para entrar al antro era ENOOOORME, pero poco a poco y con mucha paciencia pudimos ingresar de forma ordenada.

Nunca había entrado a ese cabare-tito, pero me percaté que era lo mismo que cuando era “Anyway” con tres niveles. En dos de ellos la música prácticamente era la misma, solo en la Planta Baja como que era la zona para la música tropical.

La música era prácticamente la misma que hoy en día se programa en cualquier antro de putos que se precie de serlo. A ver: Lady Gaga con su chistosa pero quemadísima “Bad Romance”, La Loba de Chaquira, “You Know I Want you” del sirviento de Pit Bull, “No soy una Señora” con la Ex-Kabah María José, “Single Ladies” de Beyoncé. Así ¿O más choteadas?

Ahora como DJ profesional, me percato que a los dueños de los antros les vale madres la música. Lo único que les interesa es que la gente chupe y chupe aunque para lograrlo tengan que poner hasta el cansancio las mismas chingaderas. Las rolas mencionadas no son precisamente malas, pero se escuchan tanto y en todas partes que uno termina detestándolas hasta la muerte. Lástima por ellas.

Total que llegó la hora esperada y todos nos agazapamos cerca del escenario para presenciar el “concierto”. En el momento que la chava sale al estrado, empieza a “cantar” y a bailar al ritmo de las rolas, me percato una vez más de lo que ya varias veces he sido testigo: La música electrónica desde el “Disco” hasta el House y sus miles de variantes, es MÚSICA DE ESTUDIO.

Es verdaderamente complicado presentar un cantante de estos géneros “en vivo”. Se escuchaba mucho más como la gente coreaba las rolas que la misma voz de María Daniela ¿Por qué? Por que tratándose de música bailable, aunque hay vocalizaciones, lo verdaderamente importante y trascendente es el ritmo y la musicalización.

De repente me ponía a escuchar con atención las rolas, y me percataba lo bien producidas que estaban por Emilio Acevedo. Excelentes sonidos con sintetizador y un ritmo candente. Pero la voz de la vieja quedaba opacada por la música misma y el griterío de la gente. O sea, ella pudo haber estado o no, y la música seguía conquistando y poniendo a bailar a la gente. ¿Pa’que chingaos ir a verla “en concierto”?

Es algo muy similar a lo que sucede con las presenatciones de los DJ’s famosos. OK ellos est´n mezclando las rolas, pero depende de su feeling. Un buen DJ con buen feeling pude hacer un excelente trabajo como cualquier DJ reconocido (Como por ejemplo Disco-Nako DJ), jajajajajajaja.

En fin, para la historia: El antro fue lo mismo de siempre, sin propuestas, sumamente predecible y sin chiste. María Daniela desangelada y sin voz, es solo un producto tipo “The Flirts”. Mis respetos para Emilio Acevedo. ¡Qué buenas rolas! Muy trabajadas, especializadas en prender al respetable en la pista de baile. Las letras chistosas, no sé quien sea el autor.

Me parece que después de la producción de las rolas, lo mejor de la noche fue la compañía de los cuates. Buen desmadre como siempre. Muchas noches como estas llenas de diversión y buen desmadre...